viernes, 9 de noviembre de 2012

Injusticia exige reacción, revolución.

Me indigno. ¿Acaso no os indignáis vosotros? A mi parecer todo el mundo debería estar indignado... Pero no. Todo sigue igual. El mundo sigue su curso, nadie ni nada se ha parado. Os preguntareis qué me ha pasado... Pues el hecho es que nada, a mí directamente, nada.
Pero resulta que Amaia Egaña, una señora de cincuenta y tres años, se ha suicidado en Barakaldo. Se ha tirado por la ventana de su cuarto piso. El mismo que le iban arrebatar justo en el momento en el que ha decidido abandonar. Sin embargo, en este momento, resulta que el mundo sigue girando, todos seguimos (los que tenemos) en casa y nada ha sucedido.
¿Qué tiene que pasar para que esto explote de una vez? ¿Qué tiene que pasar para que de una puta vez todos nos unamos? Espero que al menos el hecho de que dos personas se hayan suicidado por el mismo puñetero motivo en trece días nos haga despertar.
Aunque, como siempre que hay una realidad que ver, existen minorías, élites privilegiadas, a las que les da igual la realidad. En el mismo instante en el que yo escribo esto, Carmen Lomana se preocupa de que le han dicho que en la tele sale gorda... Claro, será que ella tiene para comer todos los días. Ahora intenta regatear en un mercadillo a un señor que vende figuritas. En el mercadillo hace frío y seguramente depende de lo que venda el señor sus hijos puedan comer, pero Carmen Lomana prefiere regatear.
Ya sé que me he desviado del tema, que estaba hablando de la mujer que se ha suicidado, pero al fin y al cabo viene a ser lo mismo: una mujer se suicida porque se iba a quedar sin casa y el país sigue girando, además mañana distintas comitivas judiciales volverán a ir a distintas casas para desahuciar a distintas personas y quién sabe, quizá alguien vuelva a suicidarse pero nadie (vale, no se puede generalizar, corrijo) : unos pocos se quejan... Un vendedor ambulante pasa frío, necesita dinero para comer y una señora adinerada le regatea. ¿Veis lo que quiero decir?
Al mundo le da igual lo que nos pase, el gobierno y los ricos lo que prefieren es desahuciar y regatear.